Producto de mi eterrrrrrrrnnnnnnnnnnaaaaaaaa espera para que el sistema de la SEP funcione (favor de remitirse al post anterior) estoy distrayéndome con la página de afterellen.com... si no la han visitado, deberían (excelente práctica del inglés con temas que verdaderamente nos interesan).
Como ya había leído las noticias de la farándula lencha, busqué alguna otra sección atractiva y sin querer di con un foro que plantea dos simples preguntas: ¿cómo fue tu primer beso? y ¿cuál ha sido el mejor beso de tu vida?
Hay historias muy interesantes, como la de la chica cuya mejor amiga desde la infancia había tratado de besarla a lo largo de varios años, sin éxito, pues aquélla la rechazaba. La chica se casó y embarazó, y sucedió que un día, estando ambas en la piscina, la amiga se acercó y, al ver que esta vez no había acción de retroceso, el beso tan esperado se dio. La joven embarazada pensó que había reaccionado favorablemente al beso a causa de las hormonas descontroladas que la invadían por el momento, pero, oh, sorpresa! con el paso del tiempo descubrió que lo que sentía por su amiga era mucho más que eso. Se divorció de su esposo y desde entonces están juntas con la intención de que eso se prolongue "hasta la muerte".
Les paso el link por si quieren leer las demás anécdotas:
No postearé mi propia historia en afterellen, pero me tomaré la libertad de hacerlo en este blog que me pertenece (para algo es mío, no? jeje). So, here it goes:
Mi primerísimo primer beso fue cuando estaba en la prepa... fui muy tímida en secundaria y aún más en primaria, así que la tardanza no me sorprende, pero en fin, les cuento cómo se sucedió todo... Un día que entré al laboratorio de química, leí en el pizarrón una frase en latín que decía mi nombre y un cumplido. Eso me desconcertó, y pensé que probablemente no era para mí. Al día siguiente, recibí una pequeña nota, de parte de un "admirador", que me pedía que por favor no me asustara y que no se me ocurriera que el asunto se trataba de una broma. Prometía también una carta con una explicación más prolongada para el siguiente día.
La recibí. Contenía un poema y, por primera vez, venía firmada con lo que yo pensé que eran iniciales. Entonces empecé a preguntarme quién de mis compañeros estaba enviándome el escrito. Ese mismo día, en clase de química le eché un vistazo a la lista de la maestra, y nada: ningún nombre que coincidiera con las supuestas iniciales.
Al paso de los días, recibí más cartas, acompañadas de pequeños detalles como rosas o chocolates (bastante chapado a la antigua el asunto, pero me encantaba!!!!!!). El asunto era del conocimiento de varios compañeros, quienes disfrutaban verme tratando de adivinar al autor de los escritos que, a decir verdad, eran muy bellos y sensibles... un buen día me harté y decidí hacerlos hablar. Por fin una compañera reveló el misterio, corroboré el dato con los demás chicos y entonces fui a buscarlo...
Lo encontré acomodando sus cosas en la mochila, afuera de un salón. No podía creer que se trataba de él: tan tímido, tan serio y aplicado en la clase. Cuando me miró, supo que yo ya sabía (y no sé cómo es que yo supe eso, pero lo inferí). Se puso nerviosísimo; se le fue el color de la cara. Yo sonreí y charlamos un rato. Ése día no compartíamos clase, así que nos despedimos y todo quedó en suspenso.
Cuando llegué al salón de mi primera clase, el día siguiente, él estaba afuera, esperándome. No supe cómo se enteró en qué aula me tocaba, aunque imaginé que había sido asunto de mis amigas. Me entregó una rosa roja y una nueva carta. Me pidió que la leyera y desapareció.
En ella me pedía que fuera su novia. La petición iba acompañada de una composición poética que iniciaba cada línea con las iniciales de mi nombre. Y, al final, una explicación al misterio de las "iniciales" de sus propios escritos: en realidad, firmaba con las últimas letras de cada uno de sus nombres y apellidos. Yo me sentía emocionada, aunque un poco aturdida, y cuando lo vi en el laboratorio, no supe cómo contuve los nervios de esperar a que terminara la clase (la maestra era muy puntual).
Cuando salimos a charlar no sabía cómo reaccionar. Sólo acerté a darle un "sí", ambos nos reímos como tontos y platicamos un rato...tras lo cual emprendí la graciosa huida.
A primera hora del siguiente día, él estaba esperándome, y en su rostro pude notar una mezcla de ansiedad, emoción y tristeza... al cuestionarlo, respondió algo así como es que me dijiste que sí, pero no quieres besarme... a lo cual respondí que no era eso, sino que el día anterior estaba muy nerviosa. Él alzó la mirada, me sujetó los brazos... y me besó. Ahí lo tienen: el primer beso de mi vida.
Puedo decir que tengo un lindo recuerdo de ese noviazgo, a pesar de que pertenece al capítulo de jotería de mi existencia: terminó cuando ambos salimos y cada quien empezó su carrera en la universidad (que fue, a su vez, el momento que marcó el inicio de mis andadas lenchas, pero esa es otra historia).
Ahora bien, el mejor beso de mi vida, SIN LUGAR A DUDAS, fue el primero que tuve con una mujer. La primer mujer de quien me enamoré y fui correspondida. Yo acababa de cumplir veinte y ella 23. Nos habíamos conocido en internet, y ella viajó más de mil km. para conocerme. El momento en que vi sus ojos por primera vez lo tengo grabado a fuego en la memoria: me impactó su limpia belleza. Ella toda brillaba. Su hermosura me impactó como un huracán, y cuando por fin pudimos llegar a un sitio privado (el depa de mi amable mejor amigo), cerramos la puerta llenas de feliz emoción... entonces me apresuré a besar sus labios... el impacto fue aún mayor: tan suaves, tan cálidos... sentí nacer una increíble fuerza desde lo más profundo de mi ser, una fuerza que aún hoy se remueve inquieta en mi alma...
Desde entonces, a lo largo de nuestra historia hemos compartido innumerables besos para tirar de espaldas ;)
Sé que en algún post anterior en este blog, y en otros que publiqué en el GLU, me quejé amargamente de las malas situaciones que ella y yo hemos llegado a pasar... pero lo cierto es que esta historia de amor no termina, y que lo que ambas sentimos se mantiene en su esencia original... aunque a veces por cuestiones advsersas lo lleguemos a olvidar...