miércoles, 19 de enero de 2011

Un poco de aire

Recuerdan que me quejaba amargamente de cómo pasé las fiestas decembrinas sin ver a mi novia, trabajando y enferma? Bueno, tres días después de haberme recuperado, haber pasado feliz tiempo con ella y haber asomado el rostro al mundo, me volví a enfermar. Así, sin más. Desde el pasado miércoles estuve semi-inconsciente, en cama, tratando de vencer un nuevo resfriado auxiliada por tres mil sustancias... con el paso de los días me he ido recuperando, hoy sólo sufro de un poco de congestión. Realmente necesito poder respirar sin problemas (el viernes vuelvo al trabajo).

En tanto yo libraba una feroz batalla contra los virus, mis padres se refugiaban en las playas de Veracruz. Ante la situación de incertidumbre respecto a lo que aguarda el futuro, mi papá decidió ir a dicho estado y visitar a sus ya muy abandonados amigos jarochos. Se llevó a mi madre consigo y fueron muy felices. Les dimos la bienvenida esta tarde, ambos lucen bastante bien; es grato comprobar los efectos benéficos de una salida como ésa.

No pretendo tener más recaídas respecto a mi salud. Supongo que recuperaré el peso que perdí en cuanto empiece a alimentarme un poco más. No es que no lo hiciera antes: en condiciones normales, tengo un entusiasta apetito, pero ya saben que con gripe y tos el nivel de hambre no es el mismo. 

Al parecer, lo único que necesito en mi vida, en general, es respirar.

No hay comentarios: